En los últimos años, el cannabidiol se ha popularizado enormemente a nivel nacional. Así lo demuestran las ventas que registran tiendas especializadas en CBD. De hecho, la mayoría de personas que consumen esta planta que contiene cannabinoides optan por adquirirla en dichos comercios, tanto electrónicos como físicos. Pero, ¿sabías que algunas se decantan por plantar las suyas propias?

Efectivamente, existe la posibilidad de hacerlo, siempre y cuando el cannabidiol se destine al autoconsumo y el porcentaje de tetrahidrocannabidiol no supere los 0,2 puntos. Eso sí, no es un proceso sencillo, motivo que deriva en que muchos usuarios prefieran comprar CBD en lugar de cultivarlo.
Si las dificultades no suponen una barrera para ti y quieres cultivar esta planta que cuenta con multitud de propiedades beneficiosas para el ser humano e incluso para los animales, presta atención a las siguientes líneas. Y es que seguidamente daremos varios consejos para que obtengas un buen resultado.
Compra semillas que sean de buena calidad
Hay ciertas semillas que crecen prácticamente sin esfuerzo, como por ejemplo las de césped. Sin embargo, otras son más delicadas y sacrificadas, demostrándolo a la perfección precisamente las de CBD.
Es habitual que los cultivos no salgan adelante y, en muchos casos, esto es debido a la pobre calidad de las semillas. Evitarlo está en tus manos: elige aquellas de variedades que contengan un elevado porcentaje de cannabidiol.

Dicho aspecto no es el único que adquiere relevancia. A la lista hay que sumar al distribuidor. Antes de dar el paso, cerciórate de que es de confianza. Para ello, comprueba que reúne los requisitos legales, cuenta con buenas reseñas en la red y tiene una dilatada trayectoria a sus espaldas.
Elige el lugar de plantación
Cuando tengas las semillas en posesión, llegará el momento de tomar una decisión que, para muchas personas, es difícil: ¿cultivo interior o exterior? Afortunadamente, el CBD es muy versátil en este sentido, por lo que la elección depende solo de tus preferencias.
Si optas por cultivar cannabidiol dentro de casa, has de saber que el precio inicial a pagar será notablemente superior. No solo nos referimos al gasto necesario para comprar materiales, sino también al importe a abonar para hacer frente a las facturas energéticas.
Así pues, ¿por qué tantas personas optan por cultivar CBD en el interior de sus domicilios? Básicamente, por el hecho de que las plantas permanecen más protegidas. Por ejemplo, se reducen las probabilidades de que terminen viéndose afectadas por una plaga, lo cual aporta tranquilidad a los usuarios.

A su vez, es reseñable que al estar en el interior, las condiciones climatológicas adversas no pasan factura a las plantas de cannabidiol. Eso sí, es importante que mantengas una temperatura no inferior a los 20 grados y nunca superior a los 28.
Si tienes un patio, jardín o terraza, puedes valorar la alternativa del cultivo exterior que es mucho más respetuosa y amigable con el medio ambiente. Y es que se requiere una cantidad de energía muy inferior al ser la luz natural la encargada de proporcionar todo lo necesario para que las plantas lleven a cabo la fotosíntesis.
El CBD tiene muchas propiedades y de ellas quieren beneficiarse numerosas personas. Es por ello que, si algún individuo ve que has plantado cannabidiol, tal vez quiera sustraerlo. En definitiva, si no es una zona privada y discreta, es mejor que cultives en el interior.
Compra los elementos necesarios
Ahora que ya sabes dónde plantarás el CBD, toca proceder a la plantación en sí. Para tal fin, necesitas varios elementos que puedes comprar fácilmente y, además, sin gastarte mucho dinero. De hecho, es posible reaprovechar los de otras plantaciones, tal como demuestra el sustrato.
Tanto este material como los fertilizantes deben colocarse en macetas que, adicionalmente, tienen que regarse periódicamente. Para ello, una buena idea consiste en instalar un sistema que lo haga de forma automática. Así nunca se te olvidará regar.
Mantén las plantas en un estado óptimo
Para que las plantas de CBD estén en buen estado no basta con regarlas. Además, has de realizar algunas acciones fundamentales como la de cortar los tallos y acabar con cualquier hoja que sobre.

Si lo haces regularmente, el cultivo irá evolucionando hasta que puedas proceder al secado y, después, a la extracción del cannabidiol presente en los cogollos. Ten en cuenta que la planta cuenta con otros componentes, así que deberás efectuar una separación para quedarte únicamente con aquel que te interesa: el CBD.
Aplicando los consejos que acabamos de traer a colación, te será más fácil cultivar CBD, aunque insistimos en que no es un proceso que pueda considerarse sencillo, ni mucho menos. Si por unas u otras razones terminas desistiendo, valora la posibilidad de comprar el cannabidiol directamente en tiendas especializadas sin necesidad de pasar por el proceso de plantación y posteriores cuidados.


